El Testimonio del Espíritu
Calvino habla de la diferencia entre la prueba y la persuasión, entre poder intelectual y la afirmación del corazón: Pero que nosotros mantenemos lo sagrado de la Palabra de Dios en contra de los que la niegan, esto no significa que nosotros enseguida implantaremos la certeza exigida por las fe en sus corazones. Los hombres profanos piensan que la religión se basa solamente en opiniones, y por lo tanto, para que ellos no crean tontamente, o sobre terreno movedizo, desean e insisten en que se les pruebe la razón por la cual Moisés y los profetas fueron divinamente inspirados. Pero yo respondo que testimonio del Espíritu es superior a la razón. Porque así como Dios sólo puede dar testimonio de sus propias palabras, así estas palabras no obtendrán una creencia completa en el corazón de los hombres hasta que ellas sean selladas por el testimonio interno del Espíritu. El mismo Espíritu, por lo tanto, el cual habló por la boca de los profetas, debe penetrar en nuestros corazones, para que no...