Principios bíblicos para el Matrimonio
El Matrimonio no es simplemente un contrato social entre un hombre y una mujer.
Es una parte de la creación divinamente ordenada por Dios. Él lo creó, determinó su estructura interna, y ordenó para ello ciertos propósitos y metas. La familia es una institución de Dios. En ella un hombre y una mujer pueden cooperar con los propósitos de Dios en la creación y así glorificarle a Él. Si Jehová no edificare la casa, en vano trabajan los que la edifican (Sal. 127:1). Desde luego, la familia cristiana no existe para su propio beneficio. Dios la creó, así como creó la humanidad, para traer honra y gloria a Si Mismo. Todos los llamados de mi nombre; para gloria mía los he creado, los formé y los hice (Is. 43:7).
Una familia cristiana no es solamente una familia hecha de cristianos. Es una familia donde Cristo es Señor y donde Su Palabra es la base de su código moral. Si Cristo es verdaderamente el Señor en una familia, su relación con Él influirá todas las relaciones entre los miembros. Afectará como gastan su dinero y tiempo, como adornan su casa, como pasan su tiempo libre y sus vacaciones. de toda la obra que hizo. Gén 2:2
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